En torno al claustro de la abadía benedictina de Solesmes (Francia) se celebra cada festividad de la Asunción una procesión en honor a la Virgen María, según deseo expreso del Rey Luis XIII al consagrar Francia a Nuestra Señora en 1638. Los monjes cantan el Ave Maris Stella [Salve, Estrella de los Mares].