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«La aparición»: una joven dice ver a la Virgen, el Vaticano envía a investigar el caso a un veterano periodista…

El 8 de febrero tendrá lugar en Estrasburgo la première de La Aparición [L’Apparition], una película “apasionante” que la diócesis “recomienda vivamente ir a ver”. Llega, pues, con unas bendiciones que la Iglesia, guiada por la prudencia, tarda mucho más en impartir cuando es en la vida real donde alguien afirma que se le aparece Nuestra Señora.

Que es justo de lo que trata la película. Anna, una joven novicia de 18 años, dice que ha hablado con la Virgen María, con un mensaje universal de ayuda a los que sufren. En torno a ella, que vive en el sureste de Francia, se suscita un gran entusiasmo popular. El Vaticano se interesa por los hechos, y para descubrir exactamente qué está pasando, y si se trata de hechos creíbles o de un fraude, acude a Jacques, un célebre y experimentado reportero de guerra que ha quedado sordo de un oído en el mismo atentado en Oriente Medio en el que muere su mejor amigo, fotógrafo, quien había consagrado su vida a captar imágenes que mostrasen la crueldad y locura de la violencia. Con ese dolor en el corazón, amargado además por un sentimiento de culpa por los hechos, Jacques aceptará cuando la Santa Sede le proponga el caso. Pero con condiciones: una exigencia en la búsqueda de pruebas y un requisito para cuando llegue el momento de presentar sus conclusiones…

La película, de 140 minutos, es de producción francesa (Curiosa Films y Fidélité Films) y ha sido realizada por Xavier Giannoli, director, productor y guionista con experiencia en la dirección de actores de primer nivel, como hizo con Gérard Depardieu en Chanson d’amour (2006) y  con François Cluzet en Crónica de una mentira (2009). Numerosas veces nominado en los festivales de Cannes y Venecia y en los premios César del cine galo, Giannoli ha puesto mucha sensibilidad en esta obra y de nuevo ha tenido como protagonista a una figura de renombre como Vincent Lindon, auténtico protagonista de la historia. La joven a quien tendrá que investigar, y ante quien pondrá en confrontación todas las dudas y miserias de su vida, está encarnada por Galatéa Bellugi, hija y hermana de actores, quien a sus 21 años encaja perfectamente en el papel más importante de una carrera que comenzó siendo niña.

La Iglesia alsaciana no ahorra elogios a Giannoli por abordar una cuestión tan contracorriente como la importancia de la verdad en el misterio de la fe: “En su búsqueda de la verdad sobre Dios, ha hecho un film apasionante, lejos de los clichés mediáticos o del debate sobre el retorno de lo religioso en nuestra sociedad”. Hay “gran respeto” en cada fotograma, introduciéndonos en el itinerario de un hombre que arranca la investigación con escepticismo hasta que descubre que tal vez en esa joven y en su celestial interlocución, en el misterio que le han pedido resolver, podrían estar la explicación y el sentido de su propia vida. Por primera vez consigue superar el cinismo en el que le ha educado su profesión y, aunque no es cristiano, descubre que el hombre no es solo capaz para el mal, también para el amor y el sacrificio de sí mismo.

«Incluso los no creyentes quedan impactados por este mensaje de amor cristiano que nos invita a salir de nosotros mismos y ayudar a los que sufren, ahora más que nunca», explica Giannoli a Variety, evocando las palabras de Francisco en apoyo de los refugiados y contra el consumismo. Xavier explica que el personaje de Jacques «descubre la dimensión sagrada de la vida humana»: está buscando «un significado» y «sus dudas esenciales le humanizan». Por encima de todo, «la película es una investigación sobre un misterio» que nos abre a «otra dimensión».

Xavier Giannoli destaca que ha querido plasmar en imágenes la presencia de la gracia en la cotidianeidad.

Como periodista, continúa Giannoli, Jacques «representa al mundo moderno, que necesita pruebas concretas y visibles, pero se ve a sí mismo en un mundo donde las pruebas y las imágenes solas no funcionan: el mundo de la fe«.

Y aunque ha querido que queden reflejados en el film los aspectos esenciales de un procedimiento canónico de estas características, La Aparición refleja una «contradicción poética» coherente con una película que «quiere ser a la vez contemporánea y volverse sobre las cuestiones intemporales planteadas por los Evangelios«. «Sin ser irrespetuoso», aclara, «puedes leer los Evangelios como textos de Shakespeare y ver que los autores de los textos comprendieron muchas cosas sobre el destino del hombre: el deseo y la muerte, la violencia, lo sagrado, la necesidad de amor y de consuelo».

«Todo en la película» persigue captar en imágenes (gracias a la fotografía de Eric Gautier) «esa tensión entre la gracia y la simple realidad, el peso de los cuerpos y el deseo de una elevación espiritual, el aquí y ahora y la eternidad, las mentiras y la verdad«, concluye Giannoli.

El duelo entre el escéptico Vincent Lindon y la aspirante a religiosa Galatéa Bellugi es el gran aliciente interpretativo de La Aparición, porque además Xavier revela que durante el rodaje ambos mantuvieron una relación distante y eso hizo más verídico y encarnado su antagonismo como pareja protagonista.

Con todos estos mimbres, la archidiócesis de Estrasburgo, que comanda desde principios de 2017 el ex obispo castrense Luc Ravel, ha decidido aposter fuerte con vistas a su estreno, el 14 de febrero: “Esta película es un auténtico flechazo. Recomendamos vivamente ir a verla. Es la puerta de entrada a debates apasionantes sobre el misterio de creer, la integridad de la verdad y la encarnación que invita a volcarse con el prójimo”

María, Reina de las Familias, ruega por nosotros.

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