Isabel Cantista es una de las marcadoras de tendencia, investigación y sostenibilidad en el sector de la moda portuguesa, una de esas oteadoras de tendencias que ve venir lo que va a suceder en el mercado, lo que funcionará y cómo sacar partido y mantenerlo. Es profesora de marketing e innovación en la Universidade Lusíada do Porto y miembro del Panel de Expertos de la Agencia Ejecutiva para la Competitividad y la Innovación de la Comisión Europea.
Cantista ha comentado en una entrevista en el National Catholic Register que su mayor inspiración como modelo de imagen es la Virgen María.
¿La razón? Que la Virgen tiene una presencia “simple y hermosa al mismo tiempo”, afirma.
La moda, el vestir, es comunicación
Cantista recuerda que la ropa no es sólo para protegerse, sino que es “una herramienta poderosa en términos de comunicación, tanto a nivel individual como social”.
“La moda trata de comunicación. Todos somos únicos. Dios no nos ha creado solo para vestirnos de negro y una camiseta. Todos somos diferentes en la forma de vestir, de acuerdo con nuestra apariencia y estilo de vida. La moda real mira nuestros puntos débiles y fuertes para que podamos convertirnos en artistas al expresar la belleza de Dios a través de nuestros cuerpos”, indicó.
Explica en la entrevista que busca reunir a “otras personas del mundo académico y de la industria que pueden marcar la diferencia, empujando hacia adelante modas más positivas que acerquen a las personas a lo que Dios es: Belleza y Bondad”.
«La gente que trabaja en la industria de la moda son más bien profesionales, no artistas locos. Pero en la comunicación de moda pienso que faltan profesionales -modelos, fotógrafos y productores de vídeo- que puedan contribuir a que la moda se perciba de forma distinta», comenta.
La túnica que María hizo para Jesús
Sobre María, recuerda que casi seguro fue ella quien hizo la túnica de Jesús, la misma que sus verdugos sortearon al pie de la Cruz, que debía tener un cierto valor.
“Por la Biblia sabemos que la túnica de Jesús era sin costuras, y esto significa que fue hecha con cuidado. Así que Jesús probablemente tenía muy poco que ponerse: una túnica blanca, un par de sandalias; pero su túnica probablemente fue hecha por su madre, y esa fue la razón por la que no fue desgarrada” en la crucifixión, agregó.
La dimensión espiritual del negocio de la moda
Como católica, Cantista aseguró que hay una dimensión espiritual en la industria de la moda, pues los seres humanos tienen dos aspectos que los distinguen de otras especies, la estética y la ética.
“Esto significa que somos los únicos seres vivos que pueden sentir emociones fuertes, una mezcla de alegría y asombro, cuando estamos frente a algo hermoso. Y, al mismo tiempo, somos los únicos seres que somos capaces de realizar los propósitos de nuestras acciones y de determinar si queremos perseguirlas o no. No hay otra industria, aparte de la moda, en la que podamos ‘tocar’ estas dos características de una manera tan poderosa”, señaló.
Más allá de la misericordia básica de “vestir al desnudo”, la ropa sirve para expresar belleza y cuidado por uno mismo, por los demás y debería expresar también responsabilidad por el planeta y sus recursos.
“A veces les digo a las personas con las que trabajo que casi puedo ver la mano del diablo tratando de detenerme. Pero luego, al final, veo milagros. Por eso estoy convencida de que Dios quiere más gente buena trabajando en la industria de la moda”, agregó.
“Estamos llamados a hacer del mundo lo que debería ser. Un acercamiento negativo al mundo significa que nos negamos a entrar en ciertos tipos de entornos, como la moda. Pero yo digo: adelante, sé coherente, confía en Dios. Hagas lo que hagas en el mundo de la moda, ciertamente marcarás la diferencia, ya que Nuestra Señora, nuestra Madre, estará contigo siempre”, concluyó.