El arzobispo polaco Henryk Hoser ya ejerce en Medjugorje como visitador apostólico de carácter especial para la parroquia en la que se encuentra este lugar mariano. Su nombramiento por parte del Papa es para un tiempo indeterminado y ad natum Sanctae Sedis.
Hoser, ya obispo emérito de Varsovia-Praga, comenzó su nueva misión pastoral el pasado domingo 22 de julio con una misa celebrada en la iglesia de Santiago de Medjugorje.
En el comunicado vaticano se explicaba que la misión del arzobispo era el “asegurar un acompañamiento estable y continuo de la comunidad parroquial, y de los fieles que se dirigen en peregrinación, cuyas exigencias requieren una peculiar atención”.
«La pregunta fundamental»
Cabe recordar que Hoser ya fue enviado por Francisco en febrero de 2017 a Medjugorje para que analizara todos los aspectos pastorales del santuario y le presentara un informe. En diciembre, el Papa le aceptó la renuncia como arzobispo de Varsovia-Praga y ahora en mayo de 2018 ha recibido este nuevo encargo, ya sin ningún otro tipo de atadura pastoral. Toda su atención está ya puesta en este santuario.
En su homilía de este domingo Hiser dijo que «la pregunta fundamental» es por qué tanta gente viaja a Medjugorje cada año. La respuesta es que van «a encontrarse con alguien: encontrarse con Dios, encontrarse con Cristo, conocer a su Madre».
El enviado de Francisco citó también la constitución Lumen gentium del Concilio Vaticano II que enfatiza que la devoción a María es alentada por la Iglesia a medida que se desarrolla «en subordinación armónica» al culto a Cristo.
Los frutos de Medjugorje
«La Santa Misa, la adoración del Santísimo Sacramento, una frecuencia masiva del Sacramento de la Penitencia, acompañada de otras formas de piedad: el Rosario y el Vía Crucis», están en el centro de la devoción a la Virgen María, señaló, tal y como recoge Aciprensa.
En ese sentido, citando al profeta Jeremías dijo: «¡Ay de los pastores que engañan y esparcen el rebaño de mi pasto!». “El Santo Padre, el pastor universal de la Iglesia, toma estas palabras del profeta como propias. Él nos envía allí, donde la gente existe y vive, donde los fieles se reúnen para buscar la luz de la salvación», añadió.
Durante la homilía, el Arzobispo no hizo ningún comentario sobre la validez de las supuestas apariciones, sino que se centrará únicamente en el aspecto pastoral del santuario.