El arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella, ha presidido este miércoles 24 de septiembre la misa con motivo de la solemnidad de la Virgen de la Merced, patrona de Barcelona.
Durante su homilía, el obispo ha pedido «la paz» para los conflictos armados en la Franja de Gaza y en Ucrania. «Roguemos a Dios para que, por intercesión de la Virgen de la Mercè, inspire a nuestros gobernantes, reunidos estos días en Nueva York con motivo de la Asamblea General de las Naciones Unidas, para que hagan posible la paz que tanto anhelamos», ha manifestado.
Omella ha recordado las palabras de León XIV del pasado domingo: «No hay futuro en la violencia, ni en el exilio forzado ni en la venganza», ha mencionado. El cardenal se ha sumado a la petición del Santo Padre de encontrar una solución diplomática en estos conflictos que «tanto sufrimiento están generando desde hace demasiado tiempo».
La celebración ha contado con más de trescientas personas. Por segundo año consecutivo han asistido a la misa solemne siete presas de la prisión de mujeres de Wad-Ras. Además también han ido tres presas que están en sección abierta y cuatro hombres que ya han cumplido la condena, pero que aún reciben el servicio de acompañamiento de la Casa de Acogida La Merced de la Fundación Obra Mercedaria en su proceso de reinserción.
Entre las autoridades civiles que han asistido a la misa estaba el presidente del Parlamento de Cataluña, Josep Rull; el delegado del Gobierno en Cataluña, Carlos Prieto; y el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni. También han asistido dos consejeros de la Generalitat de Cataluña, unos 20 concejales del Ayuntamiento de Barcelona y cuatro tenientes de alcaldía.