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Estreno de «Guadalupe, Madre de la Humanidad»: la historia, la devoción, los milagros

Una escena de la aparición de la Virgen de Guadalupe a Juan Diego.

Una escena de la aparición de la Virgen de Guadalupe a Juan Diego.

Este viernes 1 de marzo se estrena en 75 salas de cine de 60 ciudades españolas la película Guadalupe, Madre de la Humanidad. Lo hizo el 22 de febrero en más de cuatrocientas salas de cine en México, Estados Unidos, Puerto Rico y seis países de Centroamérica. El 29 de febrero llegó a Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Bolivia y Uruguay. Y el 14 de marzo empezará su andadura en Argentina y Paraguay. Ha sido Top 10 en Cinemex y se mantiene tras dos semanas en más de doscientos puntos de exhibición en México y noventa en Estados Unidos.

Un relato de hechos sobrenaturales

Ha sido dirigida por Andrés Garrigó y Pablo Moreno y cuenta como uno de sus grandes alicientes en la excepcional caracterización de la Virgen de Guadalupe por la actriz mexicana Angélica Chong.

Al relato dramatizado de las apariciones se une, en su parte documental, un importante acervo de intervenciones sobre la historia de la devoción a la Virgen de Guadalupe, los mensajes ocultos en la tilma milagrosa tan venerada en México y en todo el mundo e impresionantes testimonios de su intercesión en la vida de las personas hoy mismo, con curaciones y conversiones que cuentan los mismos protagonistas.

TRAILER #1 Guadalupe: Madre de la Humanidad

Tráiler de ‘Guadalupe, madre de la Humanidad’.

La parte histórica no esconde nada de la realidad sobrenatural de lo acontecido. Vemos frente a frente la dulzura de la Virgen (Angélica Chong) y la humildad de San Juan Diego (Mario Alberto Hernández), y todos los elementos milagrosos: la luz, las flores, las apariciones… Las palabras son las del Nican Mopohua, el libro que contó los hechos años después de sucedidos.

Juan Diego acude «a Tlatelolco a escuchar las cosas que nos enseñan los sacerdotes», es decir, a catequesis. Cuando ve a Nuestra Señora resplandeciente, ella le dice: «Yo soy la Madre del Verdaderísimo Dios. Mucho deseo que se levante aquí mi casita sagrada. Anda al obispo y díselo». Pero cuando ella desaparece, desaparecen también los vestigios de su presencia.

La búsqueda de esas pistas, de las pruebas de lo sucedido, fue fundamental en 1531 y lo sigue siendo hoy, y a eso se dedica también la parte documental de la película.

El impacto de un Dios de amor

Guadalupe, Madre de la Humanidad nos presenta asimismo el contexto histórico de estas apariciones, que serían decisivas en la rápida evangelización de todo el continente.

El imperio azteca había caído, con sus 20.000 sacrificios humanos al año. A menudo las familias entregaban a sus hijos voluntariamente al sacrificio para asegurarse de que hubiera lluvia, de que saliera el sol, de que los dioses les protegiesen del fin del mundo. Pero al llegar los españoles y acabar con los sacrificios… y la lluvia y el sol siguieron llegando. Uno de los momentos impactantes del film es cuando se transmite el pesar de los indios al comprender que la muerte de sus hijos había sido en vano y respondía aun engaño. La figura maternal de la Virgen y su protección será el gran consuelo para todos ellos y lo que les devolverá la esperanza y la alegría de vivir.

A través de Nuestra Señora llegaron a los nativos las gracias para comprender quién era ese Dios ante cuyos representantes, los frailes, sin armas ni armaduras, se arrodillaban los soldados. Acostumbrados a un imperio construido sobre dioses sedientos de sangre,  les costaba entender al Dios cristiano, débil, hablando de piedad y perdón. La Guadalupana fue la gran transmisora de ese mensaje al corazón de sus millones de nuevos hijos.

Todo eso lo va presentando Guadalupe, Madre de la Humanidad de forma que convence a la razón y alienta el espíritu, como demuestra los millones de personas que acuden cada año a su basílica a pedir y dar gracias. Es la máxima expresión de la fe de toda la Hispanidad, ahora con una película que está a la altura de esa fe para intensificarla en quienes la tienen y llevarla a quienes aún desconocen a la Madre de Dios y de la Humanidad.

 

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