Desde el pasado mes de julio el arzobispo polaco Henryk Hoser, emérito de Varsovia-Praga, lleva ejerciendo como visitador apostólico de carácter especial en Medjugorje por mandato de la Santa Sede.
Apenas dos meses después de empezar a ejercer para una labor dedicada exclusivamente a labores pastorales sin entrar en el fondo de las apariciones, ya tiene claro algunas de las decisiones que deben aplicarse en este lugar mariano que atrae cada año a millones de peregrinos.
Tras analizar las necesidades pastorales del lugar, monseñor Hoser ha esbozado un plan que pasa porque haya un mayor número de misas en distintos idiomas, más y mejores instalaciones para los peregrinos, especialmente para los jóvenes, y un mayor número de sacerdotes que pueda atender a la ingente cantidad de peregrinos que llegan a este pequeño pueblo bosnio.
El pulmón espiritual de Europa
“Medjugorje representa los pulmones espirituales de Europa, un lugar donde millones descubren a Dios y las bellezas de la Iglesia”, dijo el arzobispo polaco a un grupo de periodistas.
Por ello, considera que “ahora tenemos que volver a crear su infraestructura, primero asegurando su espacio litúrgico. También necesitamos expandir sus áreas para retiros y proporcionar nuevos lugares para celebrar la Eucaristía, especialmente para peregrinos”.
Algunos cambios en el santuario
Con un número creciente de peregrinos, muchos de ellos jóvenes, la gente espera largas colas. En verano las temperaturas son altísimas y pese a que hay muchos confesionarios, uno de los grandes fenómenos de Medjugorje es este sacramento, sigue habiendo menos de los que se necesitan. Igualmente, faltan techos para la explanada, así como mejores instalaciones para conferencias y obras de caridad.
Hoser afirmaba, tal y como recoge Catholic Herald, que muchos grupos provienen de Europa Occidental, “donde la Iglesia se ha atrofiado” y estas personas están “repentinamente experimentando la gracia de Dios”.
“Lo que también es notable es que ahora hay redes en muchos países de peregrinos que han estado en Medjugorje, que se están organizando, reuniéndose, orando juntos y participando en actividades concretas para su comunidad local y la Iglesia”, añadió el visitador apostólico.
Por otro lado, Monseñor Hoser indicaba que muchas personas ‘ven sólo el lado sociológico de la Iglesia, que también es el rostro de los pecadores”, pero no comprenden su misión religiosa. “Todos tenemos la responsabilidad de la Iglesia: todos estamos llamados a ser apóstoles, evangelizadores y maestros, de acuerdo con los dones que hemos recibido de Dios”, aseguraba.
“Además de los santos jóvenes que son velocistas, también hay corredores de larga distancia que se mueven lentamente, madurando durante largos años pero también alcanzando el objetivo de gran santidad”.