Icono del sitio Fundación Cari Filii

El Santo Voto a la Virgen de Gracia de Puertollano: la Peste Negra dejó solo 75 vecinos vivos y le pidieron clemencia…

Procesión de la Virgen de Gracia de Puertollano, el 7 de septiembre de 2018. Foto: Cadena SER.

La fiesta del Santo Voto a la Virgen de Gracia, en Puertollano (Ciudad Real, España) ha sido declarada por el Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha como Bien Inmaterial de Interés Cultural.

La decisión, adoptada al 12 de mayo, tiene razones de índole social: viene celebrándose ininterrumpidamente desde hace siglos, con una gran participación popular y la implicación de todo el tejido social de la ciudad minera. Alcanza además «un especial significado en los momentos tan difíciles que estamos viviendo», señaló la viceconsejera de Cultura, Ana Muñoz, pues tiene su origen en la epidemia que asoló Europa en el siglo XIV, tantas veces evocada durante la presente pandemia de coronavirus.

En 1348, siendo Alfonso XI rey de Castilla y León, la Peste Negra llegó a Puertollano por el sur, desde Andalucía, «como si de una nueva invasión árabe se tratara», según recogen las crónicas, «asolando las aldeas, villas y ciudades del Campo de Calatrava».

Hoy Puertollano, merced al gran crecimiento industrial y minero que conoció en el siglo XX, tiene cerca de 50.000 habitantes, que la convierten en la séptima ciudad más poblada de Castilla-La Mancha, y la segunda entre las que no son capitales de provincia, por detrás de Talavera de la Reina (Toledo).

Pero aquella peste llegó imparable «y fue tal su mortandad que su población quedó reducida a solo trece familias y no más de 75 habitantes«.

La coronación canónica de la Virgen de Gracia tuvo lugar el 7 de septiembre de 1998. Foto: Pilar Horta (La Comarca de Puertollano).

«Estando en tan gran aprieto, e agotados todos los remedios que alquimistas e curanderos podían proporcionar, todos los que pudieron acudieron al templo para invocar la protección de la Madre de Dios, e pasaron toda la noche en la oración, e por especial mediación de la Virgen hallaron remedio y consolación… Ansí en renocimiento e gratitud por el celestial amparo facieron Santo Voto en honor de los desposorios de la Virgen con el Señor San José. Aquesta fiesta del Santo Voto es a perpetuidad, a celebrar todos los años el día de la octava de la Ascensión del Señor».

Y así ha sido desde entonces, con la ofrenda de trece vacas -una en recuerdo de cada familia superviviente-, pan y garbanzos que se ofrecen a todos los que acudan «a honrar e agradecer a Nuestra Señora la Gran Gracia e consolación que fizo a este pueblo e los que de cortijos e alquerías vecinas vinieron le pedir ayuda e sanación».

Los tradicionales garbanzos del Santo Voto en Puertollano. Foto: Mi Ciudad Real.

Pero no fue aquella la única epidemia en la cual la Virgen de Gracia vino en socorro de Puertollano. En 1486, reinando en España los Reyes Católicos, llegó otra peste, «e mucha gente moría, e por lo mesmo acudieron al común Amparo de pecadores e afligidos, María Santísima e Madre de Dios, a la cual votaron facer una ermita e fueron en procesión a señalar el sitio e luego que lo señalaron cesó el contagio e mortandad. Aqueste sitio es situado a la entrada del valle llano que da nombre a equesta ciudad, en un paraje llamado el bosque».

Imagen de época de la ermita de la Virgen de Gracia de Puertollano.

En 1489 se cumplió el voto con la construcción de una ermita «de piedra e de gran solidez», y aquel año se unieron las devociones del Santo Voto y de quien ya era la patrona, devoción que fue «transmitida de padres e hijos»: «El Santo Voto fecho a la Virgen por nuestros antepasados está tan unido al alma del pueblo que nada ni nadie pudo lo arrebatar del corazón de sus habitantes”, y se celebra cada año el jueves siguiente a la Ascensión del Señor.

La fiesta del Santo Voto se celebra el jueves siguiente a la Ascensión del Señor y la fiesta patronal el 8 de septiembre de cada año, como en tantas otras localidades de España e Hispanoamérica que la unen a la Natividad de la Virgen.

María, Salud de los Enfermos, ruega por nosotros.

Salir de la versión móvil