Durante estas semanas se ha celebrado el 300 aniversario de la aparición de la imagen de la Virgen de Aparecida, en Brasil, una de las que más devotos tiene, entre los que se encuentra el Papa Francisco. Para conmemorar esta fecha, miles de jóvenes se han reunido en este santuario en el proyecto Rota 300.
El Santo Padre se quiso hacer presente en esta iniciativa y para ello envió a los jóvenes un importante mensaje mariano lleno de amor a María. De este modo, quiso resaltar que la Virgen María “es un precioso ejemplo para la juventud y una ayuda en los caminos de la vida”.
Tal y como recoge Aleteia, el Papa dijo que la Virgen de Aparecida es símbolo de unión. Por ello, señaló que María transformará sus redes, “redes de amigos, redes sociales, redes materiales y virtuales -, realidades que tantas veces se encuentran divididas, en algo más significativo: ¡que se conviertan en una comunidad! Comunidades misioneras ‘en salida’, comunidades que son luz y fermento de una sociedad más justa y fraterna”.
María, un precioso ejemplo para la juventud
En el escrito, Francisco explicaba que “para tal ocasión, quisiera resaltar un aspecto del Mensaje que les escribí este año para la XXXII Jornada Mundial de la Juventud: La Virgen María es un precioso ejemplo para la juventud y una ayuda en los caminos de la vida».
Así, el Pontífice indicaba que para percibir esta verdad “no son necesarias grandes reflexiones; basta contemplar la imagen de la Madre de Aparecida”. “Yo mismo hice esta experiencia, cuando estuve allí en 2007, con ocasión de la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano y, después en 2013, durante la JMJ en Río de Janeiro”, escribió el Papa.
El Papa instó a los jóvenes a seguir siendo la “esperanza del mundo”. Y – prosiguió – “la novedad, de la cual ustedes son portadores, ya empieza a construirse hoy. ¡Qué Nuestra Señora, que en su juventud supo abrazar con coraje el llamado de Dios en su vida y salir al encuentro de los más necesitados, pueda ir delante de ustedes, guiándolos en todos sus caminos!”.
Una ayuda para el gran impulso misionero
Asimismo invitó a descubrir en la “mirada tierna y maternal de la Virgen morena y en los ojos de la gente sencilla que la contemplaba, el secreto de la esperanza que mueve al pueblo brasileño a enfrentar con fe y coraje los desafíos de cada día”.
Francisco indicó a los jóvenes que “tengan una certeza: María es un signo de esperanza que les animará con un gran impulso misionero. Ella conoce los desafíos en que ustedes viven. Con su atención y acompañamiento materno, les hará percibir que no están solos”.
En ese sentido, el Obispo de Roma ha recordado la “historia de los pescadores pobres, que después de una pesca sin grandes resultados, en el río Paraíba do Sul, lanzaron una vez más sus redes y fueron sorprendidos con una imagen partida de Nuestra Señora, cubierta de barro”.
“Primero – continuó – encontraron el cuerpo, luego la cabeza. Como he comentado a los obispos brasileños en 2013, el hecho trae en sí un simbolismo muy significativo: lo que estaba dividido, vuelve a la unidad, como el corazón de aquellos pescadores, como el propio Brasil colonial, dividido por la esclavitud, que encuentra su unidad en la fe”.
Seguir adelante junto a la Virgen
Francisco reiteró que la imagen negra de “Nuestra Señora” también inspira (cfr. Discurso a los obispos de Brasil, 27/7/2013)”. Por eso, invitó a los jóvenes a que también dejen que sus corazones sean transformados por el encuentro con Nuestra Madre Aparecida”.
En este contexto, el Papa ha pedido a los jóvenes de seguir adelante junto a la Virgen a pesar de las “incertidumbres e inseguridades de cada día, en medio de la precariedad que las situaciones de injusticia crean alrededor de ustedes”.
Por ello, Francisco habló de la Virgen como una Madre cariñosa que con una fuerza revolucionaria mueve “el corazón de sus hijos a salir de sí mismos con gran ímpetu misionero”.
