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El cronista de Castellón dice que la Virgen local es la más antigua del mundo, del s.V, no del XIV

El cronista de la ciudad de Castellón, Tonico Gascó, desveló el pasado 13 de mayo en una conferencia sobre la Mare de Déu de Lledó, patrona de esta ciudad, su leyenda, su misterio y su historia, que “la Lledonera es la imagen de la virgen más antigua del mundo, y empieza a recibir culto en Castellón a partir del siglo V”.

Además, detalló que el texto del Llibre del Bé i del Mal en el que data el hallazgo de la imagen mucho después, en el año 1366 (siglo XIV), “es falso”.

Gascó puso sobre la mesa una pregunta que, dijo, obsesiona a los historiadores, que es “cómo pudo recibir culto, de ser cierta la pretendida fecha del hallazgo en el siglo XIV, una imagen de tan solo 7 centímetros de altura tan simple como la Lledonera, que no tiene nada que ver con la iconografía de la madre de Dios, que ya en el románico está plenamente establecida; entronizada, sentada, con el niño en brazos”.

Esta imagen ¿es una Virgen medieval, del s.XIV,
o es de época romana, del s.V? ¿Una Virgen
medieval sin Niño? 


Un interrogante en cuya respuesta basa Gascó su argumentación. “Si la troballa [hallazgo de la imagen, nota de Cari Filii] se produjo un siglo después de la reconquista, ¿a santo de qué los castellonenses identificaron la reliquia de alabastro con la representación de la Virgen? No cabe sino pensar que esta diminuta estatuilla ya debía ser objeto de devoción desde un tiempo anterior a la normalización del modelo plástico mariano”.

En este punto, recordó un testimonio del profesor Joaquín Campos, en el que afirmaba que “si la figura no hubiera venido avalada por un anterior y viejo prestigio religioso, su veneración inicial hubiera repugnado dentro del cristianismo”.

En la charla que ofreció en el edificio Hucha, Gascó hizo hincapié en que “tal vez lo importante no sea tanto el origen, ni el lugar de procedencia, sino el momento en que ya empezó a ser considerado como objeto de veneración”.

Esta imagen diminuta mueve la devoción de las multitudes populares en Castellón

“Los romanos fueron muy dados al uso de amuletos, singularmente los relacionados con la gestación y veneraron a los antepasados como dioses protectores del hogar, cuyas pequeñas imágenes estaban en lugares sagrados de las viviendas”.

Podría pues colegirse, insistió el cronista de la ciudad, “que la estatuilla de la Lledonera pudo ser tenida como uno de los talismanes en los tiempos del Bajo Imperio, por alguna familia pudiente local, llegando a gozar de un cierto prestigio milagrero, reconocido socialmente”. Después, según Gascó, el cristianismo integró la imagen en su tradición.

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