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Decenas de Rosarios por España en la festividad de su patrona, la Inmaculada Concepción

Una Cruz y una bandera de España, durante el rezo del Rosario en la calle Ferraz de Madrid.

Una Cruz y una bandera de España, durante el rezo del Rosario en la calle Ferraz de Madrid.

El próximo viernes 8 de diciembre, cuando toda la Iglesia celebra a la Inmaculada Concepcióndecenas de Rosarios por España se rezarán en las principales plazas de cada ciudad o ante sus catedrales o templos más representativos. La Purísima es la patrona de España, la nación que con mayor intensidad y eficacia, tanto a nivel eclesiástico como político (con la «diplomacia inmaculista» que concidionaba las relaciones exteriores de la Monarquía) promovió es devoción y su proclamación como dogma.

En Madrid hay previstos dos rosarios, a las 12.00 horas en la Puerta del Sol y a las 19.30 horas ante el santuario del Inmaculado Corazón de María, situado en la esquina de las calles Ferraz y Marqués de Urquijo.

[Pincha aquí para acceder a los carteles informativos de cada localidad.]

Estas oraciones públicas tienen lugar en el contexto de la crisis política abierta con la conformación del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez, con unos pactos que, de facto, cancelan el orden legal vigente en España y han sido denunciados por varios obispos y por la propia conferencia episcopal como un riesgo para la convivencia.

Entre las manifestaciones populares de rechazo a esta situación ante la sede socialista destacó el rezo del Rosario, que en algunas ocasiones ha sido objeto de interrupción policial y de denuncia contra los convocantes.

De ahí que estos Rosarios convocados para el viernes tengan un carácter de urgencia porque «la nación española se encuentra en una encrucijada».

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Imágenes del rezo del Rosario durante las últimas semanas ante la sede del PSOE en Madrid.

El manifiesto denuncia la «quiebra moral y espiritual» de España por «el relativismo, el nihilismo, el materialismo y el hedonismo» que han corrompido «las raíces más profundas del pueblo español»: «Occidente ha emprendido una senda que no tiene parangón en ninguna otra civilización. Busca edificarse olvidando a su Creador… La nihilista e impía «muerte de Dios» -impulsada por las élites gobernantes e importantes grupos de poder- está teniendo efectos devastadores en la sociedad. El genocidio del aborto, la legalización de la eutanasia, la destrucción de la familia, la atomización social y la destrucción de nuestra comunidad espiritual hacen que España esté en trance de la agonía existencial».

De ahí la necesidad de la oración: «El rezo del Santo Rosario por la unidad de España no supone mezclar política y religión. La nación española no se entiende sin la Cruz. El pueblo español no se va a doblegar ante coacciones manifiestamente injustas. Nunca más tendremos miedo a sus imposiciones y a su agenda anticristiana. El católico tiene el deber de dar testimonio de su fe en todos los ámbitos. Renunciamos a quedar recluidos en las iglesias y en la intimidad de nuestros hogares».

«Todas las grandes batallas ganadas por nuestra nación han sido con un Rosario en la mano«, concluye el manifiesto, que recuerda la profecía de San Antonio María Claret de que «en el Santo Rosario está cifrada la salvación de España». Por ello «la España católica se congrega» y pide «la intercesión y ayuda de la Virgen María para evitar la desmembración territorial y espiritual de España».

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