La Colegiata de Santa María de Arbas es una iglesia que se encuentra situada en Arbas del Puerto, al norte de la provincia de León (España) y pertenece al Ayuntamiento de Villamanín. Un paso obligado para quienes van de peregrinación a Santiago de Compostela, recorriendo el tramo conocido como Camino Asturiano.
Su historia se remontar al año 1092, cuando una comunidad monástica, más concretamente canónigos regulares de San Agustín, se asentó en el pueblo de Arbas. En el año 1116 fue fundado un hospital por orden del conde Fruela, cuya finalidad era la de ser albergue de peregrinos en su paso hacia Oviedo.
Parada obligada para peregrinos
Precisamente la existencia de ese hospital fue lo que propició que durante el reinado de Alfonso IX, más concretamente en el año 1216, se empezara a levantar, junto al albergue, la Iglesia de Nuestra Señora de Santa María de Arbas.
Durante la guerra civil española, la iglesia fue saqueada, siendo la imagen original de la Virgen pasto de las llamas en el año 1936, y siendo sustituida por una copia, obra del escultor Seoane Otero, de la Virgen del Monasterio de Gradefes. La imagen original forma parte de las reliquias de San Isidoro de León y su romería es el 8 de septiembre.
Ya en los años 60, la Dirección General de Bellas Artes encargó al arquitecto Luis Menéndez Pidal Álvarez la restauración del edificio, siendo su última morada, puesto que su sepulcro se encuentra en el muro septentrional de la colegiata. En el sepulcro, un epitafio ruega a la divinidad: «Oh Dios salva a su alma de la perdición, como él salvó a esta iglesia de la ruina».
Ovetense de nacimiento, sobrino del filólogo e historiador Ramón Menéndez Pidal, entre 1937 y 1940 desempeñó el puesto de Comisario del Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional, como integrante del grupo de intelectuales que asumieron la responsabilidad de la conservación del patrimonio histórico.
Ingresó en la Academia de Bellas Artes de San Fernando (1956) y fue condecorado con la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio (1966). No hay monumento en la provincia de León que no exhiba la impronta de Menéndez-Pidal. En Asturias intervino decisivamente en las dos principales referencias simbólicas y religiosas de la región: el Santuario de la Virgen de Covadonga y la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo.
Por su parte, la iglesia se puede catalogar como representante del eslabón entre el románico leonés y el asturiano. A la vista de todo el edificio, en él se reflejan y entremezclan varios estilos arquitectónicos. Fue declarada Monumento Histórico Artístico desde el año 1931.
Puedes hacer un recorrido por la colegiata en este vídeo.
Como suele ocurrir al hablar de este tipo de edificaciones, existen muchas leyendas, siendo la más conocida la del buey y el oso, que se remonta al siglo XVIII.
Según las creencias populares, dos eremitas, que vivían en el lugar donde se estaba construyendo la iglesia, tenían dos bueyes que usaban para acarrear los materiales para la construcción, pero una noche, un oso devoró a uno de los bueyes. Uno de los dos monjes carreteros, en lugar de rendirse a lo que había ocurrido, unció el oso al yugo junto con el otro buey y desde ese momento ocupó el lugar del buey muerto. Por esa razón se representan ambos animales en la portada del lado occidental.