La Santísima Virgen aplasta con su pie la cabeza de la serpiente: es la representación más clara del triunfo de Nuestra Señora sobre el demonio y del tributo que éste, a la fuerza, ha de rendirle. Pero además, cada año, en los días anteriores a la fiesta de la Asunción de la Virgen María, docenas de serpientes llegan hasta un monasterio ortodoxo en Grecia para “venerar” a la Virgen María.
Es un hecho que sucede desde hace cientos de años. Estas serpientes negras aparecen en la isla de Kefalonia y llegan al monasterio entre el 5 de agosto, cuando se celebra la fiesta ortodoxa de la Dormición de la Theotokos (Madre de Dios), hasta el día 15; que coincide con la fiesta católica de la Asunción de la Virgen.
De acuerdo a la tradición, este inusual hecho de las serpientes comenzó en 1705, cuando las monjas del monasterio estaban a punto de ser atacadas por piratas.
La historia cuenta que las monjas rezaban fervorosamente a la Virgen María, pidiéndole que las convirtiera en serpientes para evitar ser capturadas. Otras versiones indican que las monjas rezaban para que el monasterio se infestara con serpientes para asustar a los atacantes.
Desde entonces, las pequeñas serpientes negras aparecen cada año antes de la fiesta mariana y se dirigen hasta las paredes y las entradas de la iglesia para “venerar” el ícono de plata conocido como la Panagia Fidoussa o Virgen de las Serpientes.
Según informa Aciprensa, estas serpientes, que suelen ser agresivas, son particularmente dóciles durante estos días, cuando son recibidas en la iglesia para diversas oraciones y servicios litúrgicos; y desaparecen de la isla completamente hasta la fiesta del año siguiente.