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Pocos peregrinos en las casas de María en Nazaret… pero van más judíos que nunca

Quizá esta fue la casa de Jesús y sus padres de niño; el mosaico marca el lugar del horno-cocina en la roca

Quizá esta fue la casa de Jesús y sus padres de niño; el mosaico marca el lugar del horno-cocina en la roca

Las casas de María en Nazaret, la mujer judía más famosa de la Historia (o, simplemente, la mujer más famosa de la historia), no atraen mucho a sus vecinos judíos de hoy. Aunque este año han venido más que nunca a echar un vistazo.

Este año, en Nazaret, en vez de peregrinos cristianos, ha habido turistas israelíes. Muchos judíos viven cerca, quizá a 50 o 100 kilómetros, pero piensan en Nazaret como un sitio lejano, otro mundo, una ciudad árabe, con otro ritmo, otro estilo, otra lengua, otra cultura.

Mientras cristianos de todo el mundo sueñan con ir a ver el lugar de la Anunciación y la casa-cueva donde pudo vivir la Sagrada Familia, para los judíos que viven cerca, sean religiosos o agnósticos, el lugar no ofrece especial atractivo, excepto, precisamente, por sus edificios religiosos cristianos.

Diferencia entre Belén y Nazaret

En Tierra Santa, la Navidad y la Epifanía, tanto la latina como la ortodoxa, han sido días extraños, como ya sucedió el año pasado. La ausencia de peregrinos cristianos, a causa del coronavirus, se ha notado en los santos lugares. En Belén, donde María dio a luz, se notó con más dureza que en Nazaret, donde María, José y Jesús vivieron. Belén pertenece a la Autoridad Palestina, un muro y férreos controles la separan de Israel, y estos días sólo ha recibido visitantes árabes israelíes, especialmente cristianos. Son ya casi 2 años casi sin peregrinos extranjeros.

A Nazareth le ha ido algo mejor porque está en territorio israelí y ha recibido bastantes turistas judíos israelíes que, no pudiendo viajar al extranjero, han decidido pasarse por la ciudad, algo que no habrían considerado en otras circunstancias.

Peregrinos en noviembre de 2021 ante la imagen de San José cerca de la iglesia a él dedicada

Nazaret tiene casi 80.000 habitantes. Casi todos ellos son árabes con ciudadanía israelí. Es la mayor concentración de población árabe en Israel. Un 30% de ellos son cristianos de distintos ritos e iglesias, por lo que es también la ciudad en Israel con mayor porcentaje de cristianos. Eso hace que tradicionalmente la ciudad de la Sagrada Familia haya sido el lugar donde más visible e intensa es la celebración navideña, tanto por la población nativa como por la afluencia de peregrinos.

Ambiente navideño en Nazaret en 2021 pese a la pandemia; pocos peregrinos, pero hay turistas israelíes

Judíos buscando ambiente navideño

Durante diciembre, con Israel cerrado a los extranjeros por la variante ómicron del coronavirus, judíos israelíes han ido a la ciudad a ver «ambiente navideño». El ayuntamiento y el Gobierno nacional lo han incentivado este año con una campaña, folletos en hebreo y una nueva web en hebreo.

Una periodista de Agencia France Press habla con un pequeño hotelero que tiene 10 habitaciones y ha alquilado 6, todas a turistas israelíes. Pero, detalla, estos turistas vienen sólo en fin de semana, el resto del tiempo no hay viajeros.

La periodista encuentra a un grupo de amigos de unos 50 años, visitantes llegados de las afueras de Tel Aviv, en la otra punta del país, que vienen a celebrar un cumpleaños. «Hemos visto todos los lugares, las iglesias, el mercado…», explican. «Nos han acogido realmente bien, es gente maravillosa», dicen. El mercado es especial por su toque navideño.

A la entrada de la Anunciación hay mosaicos con distintas advocaciones, incluyendo la Virgen de Montserrat (patrona de Cataluña) y la de los Desamparados (patrona de Valencia)

Los turistas compran dulces de la casa Mahroum, que lleva varias generaciones aquí vendiendo dulces de miel, avellana y pistacho. También compran knafeh, una mezcla sabrosísima de queso con pistacho.

En la iglesia greco-ortodoxa de la Anunciación, el vigilante calcula que el 90% de los visitantes esta temporada son israelíes judíos, que entienden poco o nada del significado cristiano de los lugares. «La mayoría de los turistas judíos no sienten conexión con la iglesia; vienen, la ven y se van», dice.

No hacen algo tan básico como encender una vela, que es lo que hacen los peregrinos ortodoxos -griegos, rusos o árabes- incluso cuando son turistas poco devotos.

La casa de María soltera, la casa de María casada

Además de la Navidad, un día importante en Nazaret es la fiesta de la Sagrada Familia, que la Iglesia latina celebra el domingo después de la Navidad, que en 2021 coincidió con el 26 de diciembre. Suele llenarse la basílica de la Anunciación (que se considera la mayor iglesia católica de Tierra Santa), celebran la misa en árabe y luego se va en peregrinación desde la basílica -que marca el lugar de la aparición del Ángel, que sería la casa de María de soltera– a la muy cercana Iglesia de San José, donde estaría la casa y taller de José, que sería el lugar donde Jesús, María y José habrían vivido juntos toda su vida, la casa de María casada. Allí elevan el icono de la Sagrada Familia y rezan el Padrenuestro en árabe.

Un tour virtual por la Basílica de la Anunciación

Al contrario que en otros sitios de Tierra Santa, aquí casi siempre hubo cristianos y aquí casi siempre hubo un templo o espacio de oración.

Los arqueólogos consideran bien confirmados sus hallazgos en ambos templos: casas que en parte eran cuevas, con su mikvá (baño ritual de agua corriente), junto a espacios para animales, y en la calle de enfrente más casas… La calle donde los autobuses se atascan para dejar a los peregrinos ante la basílica hace dos mil años era la calle donde jugaba Jesús de niño. Bajo la basílica siguen apareciendo restos.

Quizá este fue el horno-cocina de la Sagrada Familia; es una casa en la roca bajo la Iglesia de San José

La Basílica de la Anunciación

La Basílica de la Anunciación fue construida entre 1960 y 1968, según el diseño del arquitecto italiano Giovanni Muzio (1893-1982). Une la gruta de la Anunciación (el lugar donde María vio al ángel Gabriel, que sería su casa) con las iglesias bizantina y cruzada que se construyeron sobre ella, y la gran nave moderna sobre ellas.

En total, 27 metros por 44, y otros 44 de altura en la gran cúpula. En las entradas, esculturas de piedra rosada reflejan los misterios de la Encarnación y la Anunciación. Las puertas de metal recogen también misterios marianos en un estilo moderno.

Brasil entregó este mosaico de títulos marianos a la Basílica de la Anunciación

Es un lugar católico, pero con signos ecuménicos como la estatua que conmemora el encuentro en enero de 1964 del patriarca Atenágoras de Constantinopla y Pablo VI en Jerusalén: un día, el Patriarca visitó al Papa y se abrazaron; al día siguiente, el Papa al Patriarca. Atenágoras explicó a los periodistas: «Hace quinientos años que no nos hablábamos» (desde el concilio de Florencia no se reunían el Patriarca de Roma y el de Constantinopla).

Imagen que recuerda el encuentro entre Pablo VI y Atenágoras de Constantinopla

Muy cerca está la Iglesia de San José, construida en 1914 imitando el estilo románico, también sobre iglesias muy antiguas y lo que quizá fue la casa de la Sagrada Familia.

La Anunciación de los ortodoxos y el Protoevangelio del s.II

A bastante distancia y sin tanto apoyo arqueológico está la Iglesia Griega de la Anunciación o de San Gabriel, gestionada por árabes ortodoxos locales y que -cuando no hay pandemia- visitan rusos y griegos.

Está construida sobre una antigua conducción natural de agua, lo que enlaza con la tradición de que María no vio al ángel en su casa, sino al ir a buscar agua a la fuente. El Protoevangelio de Santiago (texto apócrifo pero muy antiguo, del s.II) dice que «María tomó una jarra y salió a buscar agua. Entonces una voz le habló: ‘saludos, oh, agraciada. El Señor está contigo, bendita entre las mujeres». El texto explica que María miró alrededor, y no viendo a nadie volvió a casa, dejó la jarra de agua y se puso a hilar. Entonces el Ángel se apareció y le contó lo que sucedía.

Es posible que hubiera una iglesia desde la época de Constantino aquí, pero los ortodoxos no suelen dedicar recursos ni permisos a hacer excavaciones. Un monje de la Galia llamado Arculfo escribe en el 670 que había una iglesia sobre una fuente en Nazaret. Al empezar el s.XI, un abad ruso llamado Daniel describe su viaje a Nazaret con «un pozo muy profundo y muy frío, que alcanzabas bajando mucho en una escalera, y sobre el pozo hay una iglesia dedicada al arcángel Gabriel, y es redonda».

El Ministerio de Turismo israelí ha anunciado que dedicará bastante dinero en 2022 a mejorar el acceso y las instalaciones a lugares santos, sin especificar cuáles.

Nazaret es una ciudad árabe y bastante caótica, de callejas estrechas y tráfico complejo. No es muy fácil acceder a sus «casas de María». Mejorar ese acceso ayudará a la ciudad y sus habitantes, y a los devotos que acudan cuando la pandemia lo permita.

 

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