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Benedicto XVI salió a los jardines vaticanos a rezar con la Virgen del Cobre y los obispos cubanos

Benedicto XVI quiso rezar personalmente frente a la imagen de la «Virgen de la Caridad del Cobre», patrona de Cuba, colocada en los Jardines Vaticanos el pasado 28 de agosto.

Por la mañana se realizó la ceremonia de bendición de la Virgen, presidida por el cardenal Tarcisio Bertone, y por la tarde el papa emérito fue a rezar el Santo Rosario frente a la estatua de bronce de María, acompañado por los obispos cubanos, que se encontraban en Roma para dicha celebración.

Fue un gesto de devoción hacia esta imagen mariana, a cuyos pies Benedicto XVI ya había rezado en su viaje a Cuba en el 2012.

El hecho -del que no hay fotos- lo ha dado a conocer uno de los prelados de la delegación de la isla, monseñor Arturo González Amador, obispo de Santa Clara, quien lo contó a la agencia Aciprensa.

«Para gran sorpresa nuestra, al final de la celebración nos llegó la noticia: ‘Esta tarde a las 19 horas, Benedicto XVI los espera para rezar con ustedes el Rosario aquí en estos jardines para hacer juntos el recorrido y terminarlo frente a la Virgen de la Caridad’”.

El obispo indicó que Benedicto XVI inició el recorrido mariano visitando las distintas imágenes de María presentes en los jardines vaticano y finalizó el rezo ante la imagen de la Virgen del Cobre, ante la cual rezó con devoción.

Además, «él mismo comenzó el rezo, que posteriormente fue dirigido por su secretario personal y prefecto de la Casa Pontificia, monseñor Georg Gaenswein y por el secretario emérito de Estado Vaticano ,el cardenal Bertone».

Acompañados de los obispos cubanos, Benedicto XVI mencionó el viaje a Cuba, el último internacional de su pontificado.

«Lo recordó con emoción y cariño. Nos preguntó por la vida del pueblo, de la Iglesia y nos aseguró su oración”, indicó el obispo de Santa Clara.

Asimismo, monseñor González indicó que “unirnos a Benedicto en oración fue una gracia inmerecida que no sabemos agradecer a Dios ni a él. Ha sido un signo de una delicadeza total, y creo que este es el primer eslabón de una cadena de momentos gratos y agradables para todo el pueblo cubano que la Virgen nos va alcanzar».

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