Icono del sitio Fundación Cari Filii

Ante la Reina de la Hispanidad, el Primado ruega que el amor sea en España más fuerte que «separaciones estériles»

Un momento de la homilía del arzobispo de Toledo en la basílica de Nuestra Señora de Guadalupe.

«Es mejor dar que recibir, por ello deseamos que el amor y la solidaridad sean más fuertes en España, en toda su geografía, que separaciones estériles«: fue uno de los mensajes lanzados por el Primado de España, Braulio Rodríguez Plaza, en la festividad de la Natividad de la Virgen María.

El arzobispo de Toledopresidió en la basílica de Nuestra Señora de Guadalupe la misa por la fiesta de la Reina de la Hispanidad y patrona de Extremadura. Concelebraron con él los obispos de la región: el de Badajoz, Celso Morga, y el de Coria-Cáceres, Francisco Cerro, junto al obispo emérito de Segovia, Ángel Rubio y numerosos sacerdotes. A la celebración religiosa asistió el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, entre otras autoridades civiles.

En el centro de la imagen, el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara. Foto: Europa Press.

Por el carácter de festividad regional, muchos de los asistentes que abarrotaron el templo iban ataviados con trajes típicos, y al finalizar la ceremonia tuvo lugar una interpretación de bailes folclóricos.

Don Braulio saludó al comenzar su homilía a todos los que habían acudido al santuario a venerar a la imagen conocida como la Morenita de las Villacuercas, y recordó el motivo mariano de la fiesta y su importancia en la historia de la Salvación: “Hoy ha nacido la Virgen de quien ha querido nacer el que es la salvación de todos, a fin de que aquellos que nacieron para morir (todos nosotros) pudiéramos renacer a la vida. Hoy ha nacido nuestra nueva Madre, la que ha aniquilado la maldición de Eva, nuestra primera madre. Sí, Ella es verdaderamente una madre nueva que ha rejuvenecido a los hijos envejecidos por su pecado; que ha curado el mal de un envejecimiento hereditario, así como todas las demás formas de envejecimiento que se habían añadido”.

Un momento de la procesión de la Virgen. Foto: Andy Solé. Hoy.

De ahí su poder intercesor: «Solo en este conjunto entendemos que vengamos a saludar a la Virgen en Guadalupe, a rezarle, a pedirle tantas cosas. Es natural: ella es la Madre del Señor, la Madre de Dios, la Reina de la Hispanidad, que está en el corazón de los extremeños en esta bella sierra de los Ibores y Las Villuercas”.

Posteriormente, el arzobispo de Toledo pidió a los presentes unirse a su plegaria por una serie de intenciones concretas: “Sería bueno que todos le pidiéramos hoy al Señor por su intercesión que sintamos muy dentro que a los que aman a Dios todo les sirve para el bien; que no es bueno alejarse de Dios, que es nuestro fundamento; que la vida cristiana trae la felicidad y no el egoísmo y olvidar a los demás, sobre todo a los más pobres; que no dejemos de luchar por la paz y la justicia, que no creamos nunca que el terrorismo mata por razones religiosas: hay otras razones políticas de los señores de la guerra; que es mejor dar que recibir, por ello deseamos que el amor y la solidaridad sean más fuertes en España, en toda su geografía, que separaciones estériles“.

Por último, monseñor Rodríguez Plaza concluyó la homilía con unas palabras de un discípulo de San Bernardo, el Beato Guerrico de Igny (1070-1157), que tomó de uno de sus sermones en la fiesta de la Natividad de María, que exalta su virginidad perpetua: “¡Qué novedad más maravillosa es esta virginidad fecunda! Pero todavía más maravillosa es la novedad del fruto que ella da al mundo. ¿Te preguntas cómo una virgen ha dado a luz al Salvador? Pues igual que la flor de la viña propaga su perfume. Mucho tiempo antes del nacimiento de María, el Espíritu que había de habitarla dice en su nombre: ‘Igual que la viña, yo he producido un dulce olor’. Así como la flor no se altera por el hecho de propagar su perfume, así tampoco a pureza de María lo hace por haber dado fruto: el Salvador”.

Salir de la versión móvil