La ofensa a Santísima Virgen en un cartel que convocaba al orgullo gay sirvió de revulsivo para miles de personas que se congregaron al llamado de su obispo, el cardenal Antonio Cañizares.
La ofensa a Santísima Virgen en un cartel que convocaba al orgullo gay sirvió de revulsivo para miles de personas que se congregaron al llamado de su obispo, el cardenal Antonio Cañizares.