Este año se cumplen 75 años desde que la Madre Margarita Toro Aguirre, religiosa de la congregación educativa Compañía de María, en Mendoza, Argentina, pintó un cuadro de gran capacidad evocadora: Nuestra Señora de los Scouts.
Este cuadro fue entronizado solemnemente hace 10 años, en 2008, en la la cripta de la basílica de Nuestra Señora de Luján, patrona de los argentinos, por representantes de la Comisión de Pastoral Scouts Católica (COPASCA).
La imagen surgió a partir de una visión que tuvo en 1937 el Padre Reginaldo Farías, conocido con el nombre scout “Rey del Bosque”, que era el capellán del Grupo Scout “Cadetes de San Martín” de la Provincia de Mendoza, Argentina.
Simbolismo de la imagen
El cuadro se divide en dos espacios. En la mitad superior se representa el mundo sobrenatural, el mundo espiritual. Allí está la Virgen con el Niño Jesús rodeada de jóvenes scouts. Bajo ella, hay un lago en calma y una barca que simboliza a la Iglesia.
En la mitad inferior el cuadro se ve la creación, la naturaleza como obra de Dios confiada a los hombres. Y el campamento. Están presentes los elementos clásicos grecorromanos: el agua, el fuego, la tierra y el aire.
La noche no es oscura sino hermosa y luminosa gracias a la luz de luna, que es también un signo mariano, que refleja la luz del sol, que es Jesús. Es una noche tranquila y llena de paz, pero también en ella pueden darse combates.
El fuego simboliza la presencia del Espíritu Santo: no duerme, siempre da calor y luz.
La lucha contra el dragón: es la lucha contra el mal, que evoca la leyenda de San Jorge, patrono mundial de los Scouts; se libra sobre el campamento pues es en la vida diaria donde se da el combate. El scout usa sus armas, que son el pañuelo, el estandarte que lleva dibujada la flor de lis y su bordón.
El Guía de Patrulla: vela como un “buen pastor” por las ovejas de su Patrulla que Dios le ha encomendado. Él se ofrece a la Virgen María y entrega en su oración nocturna a los jóvenes scouts que él acompaña.
Los árboles son de distintas regiones del mundo: los hay tropicales y los hay de alta montaña. Representan a los scouts del mundo entero, los puntos cardinales.
Historia del icono
Este cuadro de 1937 está desde 2008 solemnemente entronizado en la basílica de N.Sª de Luján.
En 1980, Año Mariano Nacional en Argentina, los scouts católicos del país se consagraron a Nuestra Señora de los Scouts. Se difundió entonces en la revista “Siempre Listo” esta imagen de Nuestra Señora de los Scouts.
“Esa imagen era ya tradicional entre los scouts católicos de la década de 1940-50 porque se les entregaba a los que formulaban su promesa y fue editada desde los inicios de la organización católica del escultismo en el Movimiento Scout de la Argentina. Del icono sólo se tomó su parte central donde está un joven scout apoyado en un árbol mirando la imagen de Maria y el Niño Jesús rodeada de scouts”.
Durante mucho tiempo el original estuvo extraviado. En 2003 fue recuperado y, del 4 al 12 de octubre, se lo pudo venerar brevemente en la Catedral de Olivos.
Una réplica se encuentra entronizada en el Santuario de El Challao, Mendoza. Desde el 29 de junio de 2009 también un cuadro con la imagen de Nuestra Señora de los Scouts se encuentra en la sede del Movimiento Scout Católico (MSC) de España en la ciudad de Barcelona.
Desde el 2 de agosto de 2009 como cierre del Seminario Interamericano de la Conferencia Internacional Católica de Escultismo (CICE) Región América realizado en la ciudad de Luke, (Paraguay) se le entregó a la Asociación de Scouts del Paraguay un cuadro con la imagen de Nuestra Señora de los Scouts.
El 26 de enero de 2010 como conclusión del Cruce de la Cordillera de los Andes con motivo del Bicentenario de la Independencia de Argentina y Chile fue entronizado un cuadro con la imagen de Nuestra Señora de los Scouts en la ciudad de Quillota, V Región de Valparaíso, (Chile) en la Capilla del colegio de los Hermanos Maristas.
Oración a Nuestra Señora de los Scouts
A ti venimos esta noche, junto al Fuego de la Ley, para confiar en tus manos nuestras armas espirituales, nuestra mística y nuestros símbolos.
Queremos que estén primero en tus manos antes de llevarlas nosotros como prueba de nuestra Promesa. Oh Virgen madre y esposa, toda armonía con la Ley Divina.
Oh Madre del amor hermoso, de la Sabiduría, de la Vida y de la Santa Esperanza.
Abre nuestro corazón al don de la promesa. Graba en nuestro corazón la Ley noble de los Scouts, como tu grabaste toda palabra meditándola en tu corazón, y te dejaste llevar por el Espíritu Santo a obedecer al Misterio y encarnarlo en tu seno.
Concédenos hoy, intercediendo por nosotros, imitar tu confianza y tu lealtad a la promesa de Dios. Esa Promesa hecha por Dios a nuestros padres, esa Promesa a la que Dios mismo es leal, y que se llama Jesús, tu hijo y hermano nuestro, que vive y reina por los siglos de los siglos. Así sea.