En el 75º aniversario del Ejército del Aire, los símbolos y tradiciones de esta fuerza española están más presentes que nunca. El 10 de diciembre se celebra la festividad de la Virgen de Loreto, patrona de las Fuerzas Aéreas españolas y de otros países hispanoamericanos.
En concreto, la Señora de Loreto fue constituida por el Papa Benedicto XV como patrona de todos los aeronautas el 24 de marzo de 1920.
Y ese mismo año el Rey Alfonso XIII puso el Servicio de Aeronáutica Militar, precursor de la fuerza aérea, bajo el patronato de esta virgen.
La Virgen de Loreto está vinculada al traslado milagroso de la casa donde nació la madre de Jesucristo de Nazaret hasta Croacia.
Paredes de la «Casa de la Virgen» en Loreto
Según la tradición cristiana, desde el año 1191 los cruzados, que habían conquistado la ciudad de Acre y que gobernaban Palestina, protegían la casa donde vivió la Virgen María junto con Jesús y San José.
Ante la invasión de Palestina por parte de los mamelucos, los cristianos se vieron obligados a trasladar la casa al completo en 1291.
Fueron los ángeles quienes llevaron la casa volando
Aunque lo más probable es que fuera trasladada vía marítima, según la versión popular, fueron los ángeles quienes llevaron la casa volando cruzando el Mar Mediterráneo y el Mar Adriático y la depositaron en Dalmacia (Croacia).
De ahí que la historia se vincule a los aviadores. Los pobladores al verla tardaron en entender cómo había llegado allí, pero supieron que era la Santa Casa cuando la Virgen se apareció a un sacerdote que se encontraba muy enfermo y le contó el milagro. El hombre se sanó inmediatamente y extendió la historia a todo el pueblo.
No en vano, tres años más tarde, en la noche del 10 de diciembre de 1294, la Santa Casa fue nuevamente trasladada por los ángeles a la ribera opuesta del Adriático, a Italia, entre un bosque de laureles. De ahí el nombre de Loreto (lugar poblado de laureles en latín).
Pero tampoco fue su ubicación definitiva y los ángeles la desplazaron a otro lugar, sin bosque de laureles a la vista, del municipio llamado Loreto en la actualidad.
Un momento de la peregrinación Macerata-Loreto, muy popular en Italia
Un importante centro de peregrinación
Dentro de la casa se encontraba un altar y en él una estatuilla de cedro de la Virgen María con el Niño Jesús.
Esta imagen de la Señora de Loreto se convirtió en un objeto de adoración para los cristianos y el hollín de las lámparas del aceite que se usaba en la capilla terminó por oscurecer la estatua con tanta afluencia de peregrinos.
En 1921 se destruyó la estatua original en un incendio y otra similar fue colocada en el lugar. Hoy en día se puede seguir visitando la imagen y la casa –formada por tres paredes que estuvieron adosadas a una roca– que se encuentran en el interior del Santuario de la Virgen de Loreto (www.santuarioloreto.it), levantado en el siglo XIV.
Convertido en un importante centro de peregrinación, Loreto ha sido visitado por San Carlos Borromeo, San Franciso Javier, San Francisco de Borja, San Luis Gonzaga, Santa Teresita, San José de Cupertino, San Juan Bosco, los pontífices Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI, entre otros.
Por su parte, los historiadores han ofrecido otra versión del traslado de la casa más verosímil. Después de la expulsión de los cristianos de Tierra Santa, un miembro de la familia Angeli –los gobernantes de Epiro– corrió con los gastos del transporte por mar de la Santa Casa, primero a Trsat en la actual Croacia, en 1291, después a Ancona en 1293 y finalmente a Loreto, el 10 de diciembre de 1294.
El 24 de marzo de 1920, el Papa Benedicto XV declaró a la Virgen de Loreto patrona de todos los aeronautas. A su vez, el 7 de diciembre de 1920 Alfonso XIII, previa información y petición del provicario general castrense, estableció su patronato para el Servicio de Aeronáutica Militar.
Otros países de tradición hispánica como Argentina, Colombia, Chile, Venezuela o Perú también asumieron a esta virgen como la patrona de sus fuerzas aéreas y de sus aviadores.
Salve Aviadora
«Salve, Madre, Salve, Reina del Cielo,
de la hermosura una estrella,
de la pureza el fulgor;
fuente del más puro amor,
nuestra esperanza está en ella,
Salve, Madre, Salve, Reina del Cielo.
Si nuestras alas se quiebran,
al final de nuestro vuelo,
antes de llegar al suelo,
tus brazos con amor se abran,
Salve, Madre, Salve, Reina del Cielo».
Un ejemplo de homenaje con motivo de la fiesta de la Virgen de Loreto en el ejército del aire español en 2012 (35 minutos)